Usamos el diseño como punto de partida, y luego nos dejamos llevar y suceden ciertas cosas que amamos hacer. Lo disfrutamos y es esa la razón por la cual surgen proyectos que acompañan nuestro día a día.
Hacemos láminas para decorar, para regalar, guardar, colgar, pegar… las cambiamos de soporte, hacemos postales, serigrafía y lo que se nos ocurra.